Trasplante Pelo Facial Chicago

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Los recientes avances de la tecnología FUE han ampliado muchísimo las opciones disponibles para los pacientes interesados en el trasplante de pelo, especialmente hombres. Los nuevos tratamientos populares incluyen ahora la recuperación del pelo de la barba, la perilla y las patillas. Estos trasplantes se suelen realizaren hombres con una predisposición genética de vello facial fino o escaso. Algunos hombres también pueden haber perdido el vello facial debido a un traumatismo en el rostro que les dejó cicatrices o debido a otros tratamientos anteriores, como la cirugía de labio leporino o lifting de rostro que haya provocado una atrofia del crecimiento del vello.

La zona donante para el trasplante de vello facial suele ser la parte posterior y/o los lados de la cabeza, dependiendo de dónde el cabello sea más parecido a la textura y color de la zona receptora. Los pacientes suelen temer el hecho de no conseguir un resultado natural y sobre la suavidad de su piel al afeitarse tras el trasplante de pelo. Estos problemas se evitan si los injertos FUE se extraen de forma adecuada a través del robot ARTAS o del método Neograft y se colocan en el ángulo correcto en la zona receptora, teniendo cuidado de sólo trasplantar pequeñas secciones a la vez.

El procedimiento de trasplante de pelo facial es muy parecido al proceso utilizado en otros trasplantes de cabello. Primero se extraen las unidades de folículos de la parte posterior o lateral de la cabeza, utilizando la técnica FUE. La extracción de injertos FU del cuero cabelludo tarda un par de horas y el paciente se acuesta boca abajo durante la extracción del pelo. Estos pelos extraídos se injertan luego en la zona receptora. Cualquier pelo ya existente en la zona receptora, incluso el vello más suave y fino del tipo pelusa, puede ser de gran ayuda para guiar el trasplante y garantizar que los injertos se colocan en el ángulo correcto del crecimiento del vello facial. El resultado inmediato tras el tratamiento es una barba con aspecto de 3 días sin afeitado. Esto permite al paciente evaluar en el mismo momento el éxito del trasplante.

La queja más habitual por parte de los pacientes que se han sometido a un trasplante de vello facial es que el cabello trasplantado tiende a quedarse hacia fuera y lejos del rostro en lugar de plano contra la piel. Si esto ocurre suele ser sólo en la zona del bigote, ya que los labios sobresalientes y la movilidad de la piel hacen que sea muy difícil la correcta inserción del cabello en ángulo adecuado. En caso de que haya algún problema en el trasplante, el pelo se descarta o se injerta de nuevo para corregir desajustes. Cualquier enrojecimiento prolongado suele desaparecer a las dos semanas, normalmente mucho antes. El paciente tiene permitido afeitarse al octavo día tras el tratamiento. En algunas ocasiones se requieren trasplantes de retoque, pero la mayoría de los pacientes están contentos con el resultado obtenido tras la primera sesión.